Paladar Plus

lunes, 15 de diciembre de 2014

Maridaje con asados


Es casi la hora de comer y mientras escribo este post se me está haciendo la boca agua, y es que hoy toca hablar del maridaje de los asados, platos muy frecuentes en las cocinas españolas durante las fiestas navideñas.

En Paladar Plus siempre decimos que el mejor maridaje es consumir el vino que más nos guste, no creemos en las reglas fijas, pero dejando aparte esta máxima, siempre es bueno seguir ciertas recomendaciones que nos harán disfrutar más, tanto de la comida como del vino. Siempre se ha pensado que los vinos tintos eran la mejor elección para este tipo de platos, pero ya veréis que nos podemos atrever con otras opciones (y os aseguro que acertaréis de pleno).




Empecemos por - para mi gusto - el rey de los asados, el cochinillo. Creo que si tuviera que elegir una comida antes de morir, sin duda lo elegiría a él. Dorado y crujiente por fuera, sabroso y tierno por dentro, es todo un placer para los sentidos. A lo que vamos...al ser un plato muy graso, conviene que elijamos un vino de una acidez alta para contrarrestar su contundencia. Alguna vez lo he acompañado de un Albariño y resultó que se hicieron muy buenos amigos. Otra opción muy recomendable es servirlo con un Cava o Champagne, aunque si no os va mucho el vino blanco, nos iríamos hacia un vino tinto joven y fácil de beber.



Para el cordero y cabrito asados una buena elección son los tintos crianzas elaborados a parir de las variedades Tempranillo, Garnacha o Cabernet Sauvignon. Este tipo de vinos le van muy bien al cordero, y más si lo hemos asado con un ligero toque de especias. Otras opciones magníficas, y que recomiendo especialmente, son las variedades Merlot y Syrah.




Vamos con las aves. Tanto la pularda, como el capón y el pollo son carnes con sabores muy neutros, lo cual nos permite la opción de elegir diferentes tipos de vinos. Si los cocinamos con salsas de tomate o con sofritos, nos decantaríamos por un tinto roble de la variedad Tempranillo, sin demasiado cuerpo pero con un breve paso de unos cuatro meses por barrica. Por el contrario, si se cocinan con trufas, setas o patatas asadas, nos iríamos a por un vino con más cuerpo. Un Cabernet Sauvignon o un Merlot estarían muy bien. Cuando el asado lleva hierbas aromáticas, toques cítricos de limón o tomillo, el vino blanco es lo ideal, como por ejemplo un Chardonnay sin barrica.





Esperamos haberos ayudado con estos consejos, pero como dijimos anteriormente, el mejor maridaje es abrir la botella que más nos apetezca.

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