Paladar Plus

miércoles, 29 de octubre de 2014

NUESTRAS UVAS - LA TEMPRANILLO

Tempranillo, Cencibel, Tinta del País, Tinta de Toro o Tinta Fino. Son los nombres que usamos para denominar a la variedad de uva más cultivada para vino tinto en España. Es originaria de la península ibérica, la más usada en La Rioja (alrededor del 61% de los vinos pertenecientes a la Denominación de Origen) y procede de otras dos variedades, la Albillo Mayor y la Benedicto. Hasta hace bien poco se creía que estaba emparentada con la francesa Pinot Noir, pero esta posibilidad se ha descartado.



El nombre de Tempranillo es el diminutivo de Temprano, puesto que madura y vendimia varias semanas antes que el resto de variedades de uva tinta españolas.

Al no ser muy amiga de climas secos y cálidos, la producción de vinos con esta uva estuvo muy limitada a la España continental, donde el clima es más fresco que en otras zonas. Por este motivo la implantación de la Tempranillo tardó en triunfar en California, Australia o Sudáfrica, puesto que no se elegían del todo bien las ubicaciones más propicias para el cultivo.

Actualmente vivimos una especie de boom. En España se produce en prácticamente todo el territorio nacional, en California se ha duplicado el cultivo en los últimos años, en Argentina, Uruguay y Chile es muy apreciada, al igual que en Australia y Sudáfrica.



Como dije antes, la Tempranillo se desarrolla mejor en zonas altas y frescas, pero también es capaz de crecer en zonas más templadas. Una de las regiones más propicias para su cultivo es la Ribera del Duero, cuya altitud es elevada y la diferencia térmica en verano entre el día y la noche es muy notable.

Lo más habitual es elaborar caldos monovarietales, pero la Tempranillo también se suele mezclar con pequeñas cantidades de otras uvas, normalmente con Garnacha, Mazuela, Graciano, Merlot o Cabernet Sauvignon. En Portugal, donde se la conoce como Tinta Roriz, es protagonista de muy buenos oportos.

Produce unos vinos muy equilibrados en azúcar, potentes de color pero de acidez algo escasa. Sus aromas recuerdan a frutos del bosque, en particular frambuesa y fresa, pero también a tabaco y vainilla una vez ha cumplido su paso por barrica. En boca tiene un paladar franco, fácil de beber en vinos jóvenes y aterciopelados cuando envejece.

Se emplea tanto en la elaboración de vinos jóvenes, ya sean en despalillado o maceración carbónica, como en crianzas, ya que es una uva muy adecuada para el envejecimiento en barrica de roble.



Para su maridaje, es muy recomendada en platos como carnes rojas, asados, guisos, embutidos, quesos suaves y pasta con salsas ligeras.


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